Consumir responsablemente, una decisión que nos compete a todos

En un mundo que basa el éxito de su economía en el consumo a alta velocidad, es importante detenernos a repensar por qué compramos y la manera en que adquirimos productos y servicios. Por eso hay que tener en cuenta distintos aspectos para que nuestras decisiones nos conecten con un estilo de vida más saludable, responsable con el planeta y todas las especies que lo habitamos.

Estas son algunas de las preguntas clave que debemos hacernos a la hora de elegir sobre nuestras compras:

 ¿Lo que voy a comprar es realmente NECESARIO?

 Cuando consumimos productos, éstos están directamente relacionados con un proceso de extracción/explotación de recursos naturales: los metales, los plásticos, los componentes electrónicos, todos provienen de algún sitio. En los últimos 30 años, hemos consumido más del 30% de los recursos disponibles del planeta.

Cada vez que vayamos a comprar, pensemos si esta compra resuelve una necesidad o un deseo, así evitamos contribuir a la sobreexplotación natural y a la generación excesiva de residuos.

Un video que te puede ayudar a diferenciar entre necesidades y deseos:


¿Este producto es realmente SANO?

Cuando hablamos de productos sanos, nos referimos a preferir aquellos que no usen en su producción, ningún tipo de químico que pueda afectar la salud.

Actualmente, en la mayoría de los productos que consumimos, hay más de 100.000 químicos sintetizados que no han sido analizados suficientemente frente a cómo afectan nuestro cuerpo; por esto, la mejor elección está en adquirir alimentos orgánicos, que están libres de veneno y que en general, tienen más nutrientes y por su forma de cultivo, apoyan la conservación del suelo.

Si no te es posible conseguir productos orgánicos, prioriza las plazas de mercado y conoce de dónde y cómo son producidos los alimentos que te gustan, así podrás tomar decisiones informadas al respecto de lo que llevarás a tu casa y terminará alimentando tu cuerpo y el de los que amas.

¿Esto es realmente BUENO con las personas?

Actualmente se estima que más de 40 millones de personas en el mundo se consideran esclavos modernos ya que el trabajo forzado, de servidumbre, la explotación sexual, la trata de personas y otros métodos de explotación humana, son habituales como medios de producción masiva. Busquemos comprar a empresas que estemos seguros, cumplen toda la normatividad vigente con sus empleados y respetan los Derechos Humanos. En caso que compres a emprendimientos locales y sientas que no es posible conocer el trato a sus empleados, pregúntales y pídeles que compartan información al respecto de cómo y quién hace sus productos, esto te servirá a ti y a sus compradores potenciales para conocer el origen y compromiso con los trabajadores de este producto.

 ¿Es mejor comprar producto LOCAL?

Frente a que los productos sean locales, de producción cercana, debemos recordar hoy que el 35% de la dieta básica de los colombianos es importada y es una tendencia que va en aumento. Un estudio realizado en España en los últimos años mostró que los alimentos que llegan a la mesa de los españoles, recorren un promedio de 5.000 km. Esto significa un alto impacto en el transporte y en general en los métodos de producción, conservación y embalaje de los alimentos. Si no podemos autoproducir, tratemos de consumir productos locales siempre que podamos, así contribuimos a la disminución en la huella de carbono y apoyamos la economía de nuestro país en un momento tan crítico como el actual, donde los agricultores colombianos se han visto tan afectados. Entonces, el consumo local pasa de ser una elección para convertirse en un acto de responsabilidad política y social.

Resulta entonces vital tomar mejores decisiones a la hora de adquirir bienes y hacernos estas simples preguntas para ser parte del cambio y conectarnos con el planeta.

Revive las memorias del conversatorio sobre Consumo Responsable:
Juega y aprende con nosotros: