Las ocho erres del ciudadano sostenible
Esta guía muestra el valor ambiental de ocho palabras que comienzan con la letra Erre y presenta sencillos consejos que debemos seguir en la vida diaria para ser verdaderos ciudadanos sostenibles.
Reflexionar
Detengámonos un momento a pensar antes de consumir o de producir, tanto bienes como servicios.
Es muy importante que contemos con una educación ambiental básica, para que la decisión que tomemos sea la más adecuada.
- Mantengámonos al día sobre temas ambientales.
- Indaguemos sobre el proceso de producción de las prendas que pensamos adquirir.
- Comparemos el consumo de combustible de varios modelos antes de adquirir un nuevo vehículo.
- Preguntemos sobre el lugar de origen de los productos agrícolas que compramos en el mercado.
- Pensemos si se justifica un empaque costoso para el producto que deseamos comprar.
Rechazar
Es tal vez el acto más valiente que podemos realizar como ciudadanos sostenibles, pero requiere conocimiento y hasta un sustento legal. No podemos rechazar así no más; debemos tener algún criterio para hacerlo.
- Reconozcamos los símbolos que indican el nivel de toxicidad de un producto y rechacemos aquellos que sean altamente tóxicos.
- Rechacemos los productos en cuya fabricación se desarrollan prácticas esclavistas o se menosprecia la dignidad humana.
- Rechacemos los productos cuyos componentes deterioran la capa de ozono.
- Rechacemos los productos cuya fabricación requiere grandes cantidades de agua o causa deforestación de bosques naturales.
- Rechacemos los productos de la pesca y la caza ilegales.
Reducir
La fórmula es simple: mientras menos consumimos, menos recursos necesitamos, menos contaminamos y por lo tanto, más protegemos la Tierra y su biodiversidad.
- Antes de comprar un producto, preguntémonos: ¿de verdad lo necesitamos?
- Llevemos un artículo en empaque grande y no dos en empaque pequeño.
- Elijamos los productos concentrados sobre los diluidos.
- Apaguemos la luz en los espacios que están vacíos.
- Cerremos la la canilla mientras nos lavamos los dientes, duchémonos en el menor tiempo posible.
Reutilizar
Cada vez que reutilizamos un producto, dejamos de consumir otro. De esta manera ahorramos materias primas, recursos naturales y procesos industriales que en sí mismos, son contaminantes.
- Llevemos bolsas reutilizables cuando vamos a mercar.
- Escojamos baterías recargables sobre convencionales.
- Imprimamos por los dos lados de las hojas de papel.
- Elijamos los productos de alta calidad y larga duración sobre los desechables de mala calidad.
- Ejercitemos nuestra imaginación para dar nuevos usos a viejos objetos.
Reciclar
Los residuos que se reciclan no van a los botaderos de basura sino que continúan su ciclo de vida, reduciendo así el impacto sobre el ambiente. Sin embargo, para reciclar es necesario realizar una correcta separación en la fuente, y esto último nos corresponde hacerlo a los ciudadanos sostenibles.
- Atendamos las indicaciones que aparecen en los recipientes para depositar residuos.
- Tengamos en cuenta el significado de los colores de estos recipientes.
- Si tenemos dudas, preguntemos. Si vemos residuos en el recipiente equivocado, digámoslo.
- Cuidemos que no caigan líquidos a estos recipientes.
- Realicemos una correcta separación en la fuente tanto en nuestro lugar de trabajo como en el hogar.
Redistribuir
No es posible conciliar la protección del ambiente con una distribución tan desigual de la riqueza, tanto dentro de los países como entre los países. Los ciudadanos sostenibles podemos ejecutar diversas acciones encaminadas a lograr una distribución más equitativa de la riqueza.
- Comprémosles a pequeños productores y a negocios familiares, de asociaciones o cooperativas.
- No le pidamos rebaja en el precio a los pequeños productores, como no lo hacemos a una cadena de supermercados.
- No compremos productos en cuya fabricación participen niños o personas en condición de trabajo forzoso.
- No discriminemos a los pequeños productores por su condición de raza, sexo, capacidad económica, religión u origen.
- Elijamos productos elaborados con materias primas de origen sustentable y lo más cercanas posible al punto de compra.
Reclamar
Los ciudadanos sostenibles tenemos el derecho y el deber de reclamar mejores prácticas ambientales, tanto a las instituciones gubernamentales como a las empresas privadas. No podemos permanecer pasivos ante situaciones o actuaciones que vulneran los principios de sostenibilidad que nos guían.
- Conozcamos las leyes, las normas y los mecanismos legales para realizar estos reclamos.
- Respetemos los procedimientos debidos.
- Tengamos claro que los consumidores somos escuchados cada vez más y que nuestras decisiones y actuaciones pueden afectar la reputación de una empresa.
- Manifestemos permanentemente nuestras preferencias por productos cuya elaboración tenga bajo impacto ambiental.
- Demos a conocer a políticos y gobernantes nuestras decisiones como ciudadanos sostenibles.
Repensar
En todas nuestras acciones y decisiones, los ciudadanos sostenibles incorporamos elementos innovadores para lograr el máximo aprovechamiento de los recursos:
- Preferimos materiales biodegradables.
- Practicamos la reutilización y el reciclaje.
- Valoramos los procesos industriales de menor impacto.