El mar empieza en casa

¿Por qué son tan importantes los océanos aunque no vivamos cerca de ellos?

Los océanos cubren más del 70% del Planeta1. Son fuente de vida, sustento de la humanidad y de los demás organismos de la Tierra ya que producen al menos el 50% del oxígeno del Planeta. Albergan la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra y son la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo2.

Adicional a esto, los océanos son clave para nuestra economía, ya que se considera que para 2030 esta industria empleará alrededor de 40 millones de trabajadores2.

Sin embrago, a pesar de su importancia, no cuidamos los océanos. El 80% de la contaminación marina es de origen terrestre y si revisamos algunas cifras sobre el impacto que ocasionamos en ellos, podemos mencionar que en el mundo cada minuto se compra un millón de botellas de plástico y se consumen 10 millones de bolsas plásticas, muchas de las cuales van a parar a nuestros océanos. Se estima que en el 2050 estos tendrán más plástico que peces por peso y el 99% de las aves marinas lo habrán ingerido2.

Como empresa estamos interesados en crear una consciencia y cultura que nos permita contribuir a disminuir el impacto desde nuestro hogar para el planeta.

Maria José Ospina, ingeniera industrial de la Universidad Nacional de Colombia y empresaria, creó en 1991 la Agenda del Mar, un proyecto editorial que le ha permitido conectar a las personas con los océanos y su conservación. En estos 32 años se ha enfocado además en la educación ambiental y el desarrollo de herramientas educativas que ayudan en este propósito del cuidado de los océanos.

Estuvimos hablando con ella, en el marco del mes de los océanos, para que nos contara un poco más sobre sus vivencias en este gran reto que asume como propósito de vida.

P: ¿Cómo nació tu pasión por cuidar los océanos?

R: Mi pasión comenzó cuando empecé a bucear en el club de buceo de mi universidad, ahí se abrió un mundo nuevo…. Yo nunca había sido una persona que me relacionara mucho con el mar, pero en ese momento salió ese amor por los océanos que cada día es más grande y especial. En ese punto empecé a entender lo importante que eran y cómo los podíamos conservar con pequeñas acciones. Siempre que uno conoce algo y lo ama, finalmente lo conserva.

P: ¿Cuáles son esas actividades que podemos realizar en el hogar y que ayudan a la conservación de los océanos?

Hay una frase que define toda la filosofía de vida y es “el mar empieza en casa”, la cual se complementa con: “todos estamos conectados con los océanos”. Sabemos que éstos regulan el clima, nos dan el oxígeno y muchos otros beneficios que nos conectan con ellos. Partiendo de esas frases, yo siento que las acciones que hago en el día a día suman: la forma de consumir, de separar residuos, de ser más consciente de que todo eso que hago tiene una consecuencia positiva o negativa (huella). Esto no quiere decir que a veces no haga cosas que realmente no sumen mucho al Planeta y su conservación, y me reconozco como una imperfecta ecologista, pero realmente el punto clave es tener esa consciencia y saber que con el ejemplo también le transmitimos a las otras personas lo que deben hacer.

P: ¿Cómo enseñas a las personas esas cosas que a veces no son tan divertidas pero que son importantes para conservar los océanos?

R: Hay que buscar la forma de que no se vuelva cantaleta y tratar de que entiendan la dimensión de lo que pasa, sin caer en la eco ansiedad que hasta a mí me “pega” muy duro. Es como saber en la justa medida que sí podemos hacer algo, estar convencido de que esas pequeñas acciones generan cambios: algo tan básico como el material en que me llega un domicilio empacado, si empiezo a rechazar y decir que no voy a volver a comprar cosas que tengan icopor, cuestionar cuando vaya a un lugar y me entreguen pitillo, separar mis residuos en la casa, empezar a usar bolsa de compra, a minimizar el impacto que genero en el lugar donde esté; si estoy viajando pensar en cómo puedo ayudar a esa comunidad, cómo puedo hacer mi estadía en ese lugar más amigable, tener más consciencia y una mirada 360 en cada cosa que hacemos sin volvernos fanáticos, pero sabiendo que esas pequeñas acciones generan cambios muy importantes.

P: ¿Qué te ha impulsado a seguir adelante con este propósito?

R: Tengo una gran capacidad de asombro y una pasión enorme por lo que hago, por ese impacto que podemos tener en las personas con lo que hacemos desde Agenda del mar, y que finalmente va a redundar en el Planeta, en los océanos. Hay momentos en los cuales uno se siente agobiado y sin esperanza, pero cuando uno va a comunidades y se encuentra con personas comprometidas haciendo cosas increíbles desde donde están, expandiendo esa honda en su comunidad, en su espacio, en los océanos, uno vuelve a coger impulso y sabe que sí es posible… Yo veo que hay personas que ahora trabajan por los océanos y empezaron porque se enamoraron de una foto en la Agenda del mar hace 30 años, y siento que esas semillas se van quedando sembradas en las personas y marcan la diferencia.

Fuentes: 1ONU, 2Agenda del mar.

Visualiza este video de la charla en la que Maria José Ospina nos habló sobre nuestra relación con los océanos y cómo con pequeñas acciones de nuestro día a día, podemos aportar a su conservación.

Aquí te dejamos las respuestas de nuestra invitada, a las preguntas que se presentaron durante la charla.

P: ¿La causa o fuente de los residuos que llegan a los ríos, son las comunidades aledañas o el mal manejo de los rellenos sanitarios en grandes urbes?

R: Se estima que el 80% de los residuos que llegan a los océanos viene desde tierra, hay un aporte de las comunidades aledañas a los ríos muy importante pero también de ciudades principales como Medellín y Bogotá, donde el mal manejo de los residuos sólidos genera una problemática muy grande y muchos terminan en las fuentes de agua, como las quebradas Ayurá, La Picacha, La Guayabal… Nos damos cuenta que hay mucha indisciplina ciudadana y finalmente los residuos llegan de los ríos al mar.

P: ¿Qué controles se hacen a las empresas de aseo que son un mal ejemplo en el manejo de residuos?

R: Lamentablemente muchas de estas empresas no tienen buen manejo, en el caso de Medellín la Administración debe hacer algo más que lo que está haciendo. No tener gente capacitada en los cargos administrativos para el manejo de los residuos hace que veamos la ciudad deteriorada y que haya muchos más residuos en las calles, como hace muchos años no los veíamos. Nosotros también podemos comenzar a hacer esa veeduría y empezar a denunciar por redes lo que está pasando, y es una oportunidad para que las empresas “se pongan las pilas”.

P:  Los recicladores del barrio recogen los plásticos pero a veces no recogen las botellas de vidrio. Anteriormente si lo hacían, pero entiendo que la entidad encargada en Medellín cerró y ya no reciclan el vidrio, ¿qué hacer?

R: El problema del reciclaje es que tiene que abarcar la logística y debe ser un negocio rentable, porque finalmente son empresas de reciclaje. Con el tema del vidrio y el cierre de la planta en Medellín se generó un problema muy grande en torno a este material, porque aunque es reciclable, no hay una buena cadena logística para hacerlo. Tengo entendido que en Medellín hay algunas personas o entidades que reciben el vidrio pero para los recicladores es muy pesado y les pagan muy poco por el kilo, por eso no es un buen negocio para ellos. También hay oportunidades importantes en los puntos RE y en otros puntos de acopio en donde se puede entregar este material para que entren en la cadena de reciclaje.

P:  Lo que desechamos separadamente en los conjuntos donde vivimos ¿si tiene un buen manejo o algo de ello también llega a los ríos?

R: Esto depende también de qué tan juicioso sea el administrador del conjunto o edificio, es bueno preguntarle y simplemente no suponer que realmente pasa algo con los residuos.

P: ¿Llenar los tarros con los plásticos que consumimos diariamente en nuestros hogares es una buena alternativa?

R: Es una buena alternativa llenar los tarros de plástico con papel metalizado y otros tipos de plásticos flexibles en las ciudades principales como Medellín y Bogotá porque hay entidades que los recogen, básicamente se vuelven un contenedor de residuos y las entidades finalmente rompen el envase, de ahí esos residuos pasan a un proceso y las botellas a otro.