¿Sabes cómo nacen los árboles?

Lo primero que debes saber es que los árboles tienen dos formas de reproducción:

Sexual, a través de las semillas, algunas de las cuales se pueden almacenar –ortodoxas– y a otras se les debe iniciar inmediatamente el proceso de germinación –recalcitrantes–, y asexual, a través de estacas o esquejes, como el Matarratón, el Botón de oro y el Quiebrabarrigo. En esta ocasión vamos a referirnos exclusivamente a la reproducción sexual.

Lo primero que debes saber es que los árboles tienen dos formas de reproducción:

Las semillas se dispersan naturalmente, con el objetivo de encontrar las mejores condiciones para germinar y crecer, pues unas especies de plantas necesitan sombra, otras requieren luz, algunas prefieren suelos secos y otras más, sitios húmedos. 

Las semillas ligeras tienen una especie de paracaídas para aprovechar el viento y maximizar las posibilidades de volar, e incluso algunas poseen formas similares a las alas de los aviones o a las hélices de los helicópteros. A esta forma de dispersión se le denomina anemocoria.

Cuando los árboles están situados cerca del agua se aprovechan de este medio y lo usan como un elemento para dispersar sus semillas. Las semillas caen de la planta al agua y flotan hasta que alcanzan tierra firme.

Si son afortunadas y encuentran un lugar adecuado, germinarán y el ciclo continuará. Un ejemplo de esta forma de dispersión es el coco, que puede permanecer en el mar durante un tiempo considerable hasta llegar a alguna playa. Esta forma de dispersión se conoce como hidrocoria.

Los animales encuentran en los frutos una buena fuente de alimentación y como resultado ayudan a la dispersión de las semillas. La digestión animal procesa la parte jugosa del fruto dejando las pepitas y el embrión intactos. Más tarde son excretados, en algunas ocasiones muy lejos de la planta “padre". Esta modalidad de dispersión se denomina zoocoria.

Las plantas en ocasiones pueden tener comportamientos muy sorprendentes, algunas pueden llegar a explotar como auténticas bombas verdes. Las vainas explotan cuando están maduras y lanzan las semillas muy lejos. Esta fenómeno se conoce como autocoria.

Intervención humana

Las plantas también pueden nacer gracias a la intervención humana, que comprende la recolección de las semillas antes de que se dispersen de forma natural, la germinación, el embolsado, el transplante y la siembra en su lugar final de crecimiento.

Esta es una actividad que genera grandes satisfacciones y alegrías, al ver como las semillas se convierten en plántulas y luego en árboles, ya sean con propósitos forestales, comerciales –frutales o maderables– u ornamentales.

En términos técnicos, esta actividad se denomina reproducción de material vegetal y se desarrolla alrededor de un vivero, espacio que todos podemos tener en casa, así sea pequeño, y que básicamente debe contar con cuatro áreas:

  • Preparación de sustrato.
  • Germinación, donde se dispone el sustrato y se siembran las semillas.
  • Embolsado, donde se trasplantan las plántulas a las bolsas previamente llenadas con el sustrato. Estas bolsas tienen varios tamaños, de acuerdo con el tiempo que las plántulas deben permanecer en el vivero.
  • Crecimiento, donde se desarrollan las plántulas ya trasplantadas a las bolsas. Aquí se realizan tratamientos de fertilización, control fitosanitario y riego.

Un vivero debe disponer de agua para el riego, adecuadas condiciones de luz y sombra, normalmente controladas con una polisombra y control de la temperatura.

Intervención humana

  • Sembrar árboles es una de las estrategias más importantes para reducir los problemas ambientales.
  • En promedio, los árboles jóvenes almacenan 11,3 kilogramos de CO2 por año.
  • De acuerdo con estimaciones recientes, se necesitan 65 árboles para compensar la cantidad de CO2 que un ser humano aporta a la atmósfera durante toda su vida.

Intervención humana

  • Controlan la erosión hídrica y eólica
  • Mejoran la calidad de los suelos, aportando materia orgánica con la caída y descomposición de ramas y hojas.
  • Regulan los flujos de agua al aumentar la capacidad de infiltración de los suelos.
  • Disminuyen la concentración de carbono liberado por actividad industrial y automotriz.
  • Ayudan a la generación de oxígeno
  • Incrementan la calidad del agua
  • Mejoran el clima porque actúan como reguladores de la temperatura y de la velocidad de los vientos.
  • Sirven como refugio de muchas especies animales y son el hábitat de fauna silvestre local y migratoria.
  • Son reservas genéticas de especies de flora silvestre.
  • Brindan espacios recreativos y culturales.